American Trash
Night of the Demon (1980)
James C. Wasson, 1980, USA
Bigfoot Sangriento, La Noche del Demonio (España)
Bigfoot Sangriento, La Noche del Demonio (España)
Un profesor de antropología y unos pocos estudiantes anormales, los cuales están obsesionados en la legendaria criatura del Bigfoot, deciden adentrarse en los remotos bosques con la intención de encontrar a la bestia y demostrar su existencia. La expedición se complica cuando los campistas se encuentran con algunos avinagrados lugareños; sobre todo una ermitaña loca, que tiempo atrás fue violada por el Bigfoot, y que es la única persona que tiene alguna conexión con el monstruo. Con un morro que se lo pisan, se instalan en su cabaña, pero pronto descubrirán que algo raro sucede allí: al parecer, la solitaria majareta y el Bigfoot están perdidamente enamorados, así que el peludo cenutrio, en un ataque de celos, la emprende a guantazos con los desdichados estudiantes, que van a terminar masacrados, mutilados y chamuscados a la brasa.
Por otro lado, tenemos una subtrama, donde los protagonistas cada dos por tres se sientan alrededor de la fogata –anochece y amanece unas tres veces al día-, y nos van contando historias de los crímenes del monstruo a través de flashbacks de lo más energúmeno y sangriento –atención al tipo que es zarandeado dentro de un saco de dormir por el Bigfoot, emulando el lanzamiento del martillo olímpico para ser lanzado y empalado en la rama de un árbol, o la escena donde el bicharraco peludo de marras le arranca de cuajo la polla a un motorista que esta meando entre los matorrales, ¡impagable!-.
Aun así, la cinta contiene gore cantarín por un tubo, sexo silvestre, empalamientos, destripamientos, mutilaciones, los típicos excursionistas masacrados de mil maneras imposibles, y demás morralla charcutera. Rematadamente mala y demencial, pierde aceite por todos sus fotogramas, pero rezuma de ese tufillo amateur, cutre y desmañado que la hace especialmente adecuada para una noche de descerebre y porros, o por el contrario, para quedarse momificado de aburrimiento en el sofá, todo depende del momento y los ojos con que se mire.
Por otro lado, tenemos una subtrama, donde los protagonistas cada dos por tres se sientan alrededor de la fogata –anochece y amanece unas tres veces al día-, y nos van contando historias de los crímenes del monstruo a través de flashbacks de lo más energúmeno y sangriento –atención al tipo que es zarandeado dentro de un saco de dormir por el Bigfoot, emulando el lanzamiento del martillo olímpico para ser lanzado y empalado en la rama de un árbol, o la escena donde el bicharraco peludo de marras le arranca de cuajo la polla a un motorista que esta meando entre los matorrales, ¡impagable!-.
Aun así, la cinta contiene gore cantarín por un tubo, sexo silvestre, empalamientos, destripamientos, mutilaciones, los típicos excursionistas masacrados de mil maneras imposibles, y demás morralla charcutera. Rematadamente mala y demencial, pierde aceite por todos sus fotogramas, pero rezuma de ese tufillo amateur, cutre y desmañado que la hace especialmente adecuada para una noche de descerebre y porros, o por el contrario, para quedarse momificado de aburrimiento en el sofá, todo depende del momento y los ojos con que se mire.
Guión: Mike Williams, Jim L. Ball / 92 min, Color.
Compañía de Producción: Aldan Company / Música: Stuart Hardy, Dennis McCarthy / Fotografía: John Quick.
Reparto: Michael Cutt, Joy Allen, Melanie Graham, Bob Collins, Jody Lazarus, Rick Fields, Paul Kelleher, Shane Dixon.
Compañía de Producción: Aldan Company / Música: Stuart Hardy, Dennis McCarthy / Fotografía: John Quick.
Reparto: Michael Cutt, Joy Allen, Melanie Graham, Bob Collins, Jody Lazarus, Rick Fields, Paul Kelleher, Shane Dixon.