American Trash
Ozone: The Attack of the Redneck Mutants (1986)
Matt Devlen, 1986, USA
Esta aberración llamada Ozone: Attack of the Redneck Mutants, película underground yanqui –otra más- sobre descerebrados pueblerinos caníbales mutantes, fue filmada en Super 8 por Matt Devlen en colaboración con su socio Bret McCormick, ambos también responsables de otra animalada titulada The Abomination . Las dos producidas el mismo año, con el mismo reparto compuesto por amigos, familiares y locales que también querían participar. Pues bien: una finca de un granjero, unos campos y varias calabazas son los únicos decorados utilizados por Matt Devlen para crear un film semi-zetoso, donde se recrea a lo bestia con todo un muestrario de gore cantarín palurdo en todas sus formas más guarrindongas, a saber: chorreones de sangre a mansalva en paredes y muebles, vómitos viscosos de todos los colores, extremidades y vísceras arrancadas de cuajo, etc. Todo con cuatro duros y realizado de la manera mas cutre posible para no perder la costumbre.
Arlene, es una joven ecologista que se dispone a investigar una presunta fuga de residuos tóxicos producidos por una fábrica ubicada en las cercanías de un pueblo rural. Por el camino, se le acopla el pringado del hijo del dueño de la fábrica, y después de sacarle los cuartos al idiota, Arlene se lo lleva con ella como perrito faldero. Cuando llegan a la zona, descubren que la radiación ultravioleta que atraviesa la capa de ozono en combinación con los vertidos tóxicos está envenenando el agua, plantas y alimentos del lugar. De inmediato se disponen a informar a las autoridades sin tener en cuenta la que se les viene encima: el virus ha comenzado a mutar a los campesinos en una especie de mohosos y pestilentes zombies que ya se han cobrado varias víctimas. A partir de entonces, los dos protagonistas serán continuamente perseguidos y asediados por los enfurecidos granjeros mutantes cuyos hábitos alimentarios incluyen la carne y las vísceras humanas frescas. El problema gordo es que la epidemia de palurdos se ha extendido al pueblo y ya nadie está a salvo.
Es evidente que Ozone: Attack of the Redneck Mutants abusa por momentos de toda zetosidad que se precie (largos diálogos soporíferos; personajes viajando en coche viendo pasar el paisaje, una vieja preparando la comida paso a paso), pero también destaca por unos cuantos buenos golpes de humor descerebrado causados por escenas estrafalarias y cutres (como la de la vieja de risa tonta persiguiendo una gallina para meterla en la olla; el ataque zombie a un karaoke repleto de garrulos, o el zombie que quiere destrozar un coche con melones!). Al final lo que cuenta es la escabechina de rigor, con los zombies arrancando lenguas, ojos, cabelleras, higadillos, y comiéndose a todo cristo a lo vivo… ¡
Arlene, es una joven ecologista que se dispone a investigar una presunta fuga de residuos tóxicos producidos por una fábrica ubicada en las cercanías de un pueblo rural. Por el camino, se le acopla el pringado del hijo del dueño de la fábrica, y después de sacarle los cuartos al idiota, Arlene se lo lleva con ella como perrito faldero. Cuando llegan a la zona, descubren que la radiación ultravioleta que atraviesa la capa de ozono en combinación con los vertidos tóxicos está envenenando el agua, plantas y alimentos del lugar. De inmediato se disponen a informar a las autoridades sin tener en cuenta la que se les viene encima: el virus ha comenzado a mutar a los campesinos en una especie de mohosos y pestilentes zombies que ya se han cobrado varias víctimas. A partir de entonces, los dos protagonistas serán continuamente perseguidos y asediados por los enfurecidos granjeros mutantes cuyos hábitos alimentarios incluyen la carne y las vísceras humanas frescas. El problema gordo es que la epidemia de palurdos se ha extendido al pueblo y ya nadie está a salvo.
Es evidente que Ozone: Attack of the Redneck Mutants abusa por momentos de toda zetosidad que se precie (largos diálogos soporíferos; personajes viajando en coche viendo pasar el paisaje, una vieja preparando la comida paso a paso), pero también destaca por unos cuantos buenos golpes de humor descerebrado causados por escenas estrafalarias y cutres (como la de la vieja de risa tonta persiguiendo una gallina para meterla en la olla; el ataque zombie a un karaoke repleto de garrulos, o el zombie que quiere destrozar un coche con melones!). Al final lo que cuenta es la escabechina de rigor, con los zombies arrancando lenguas, ojos, cabelleras, higadillos, y comiéndose a todo cristo a lo vivo… ¡
Guión: Brad Redd / 93 min, Color.
Compañía de Distribución: Midnite Movies, Muther Video / Música: Kim Davis, Richard Davis, John Hudek, Lasalo Murr / Fotografía: Guy Rafferty, Charlene Vallenti.
Reparto: Scott Davis, Blue Thompson, Brad McCormick, Janice Williams, Luther Webb, Lorraine Dowdy, Rhonda Rooney, Barbara Dow, Dick Durr, Richard Hawk.
Compañía de Distribución: Midnite Movies, Muther Video / Música: Kim Davis, Richard Davis, John Hudek, Lasalo Murr / Fotografía: Guy Rafferty, Charlene Vallenti.
Reparto: Scott Davis, Blue Thompson, Brad McCormick, Janice Williams, Luther Webb, Lorraine Dowdy, Rhonda Rooney, Barbara Dow, Dick Durr, Richard Hawk.