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Años 80

Tunka el Guerrero (1983)

11/05/2020 Zinemiasma 0 Comments

Joaquín Gómez Sáinz, 1983, España. Una rareza de Espada y Cutrería made in Spain surgida en plena popularidad de la película Conan el Bárbaro de John Milius
Tunka el Guerrero Joaquín Gómez Sáinz
Joaquín Gómez Sáinz, 1983, España
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Una rareza de Espada y Cutrería made in Spain surgida en plena popularidad de la película Conan el Bárbaro de John Milius. Tomando como excusa el cine post-apocalíptico y de bárbaros. El actor, director, guionista y productor Joaquín Gómez Sáinz o, lo que es lo mismo, Dan Barry, no quiso ser menos y se apuntó -como sus colegas italianos- a la moda de las exploitations sobre bárbaros casposos -antes ya había flirteado con el peplum en Los Cántabros (1981), y Estirpe de Dioses (1982), una película que, por desavenencias con la productora terminó enlatada y ni siquiera llegó a estrenarse-.
Todo comienza con una explosión nuclear sacada de algún documental, mientras un tipo con la voz en off nos va narrando textualmente el siguiente prólogo."La noción del tiempo se había perdido. Vivían en un lugar sin época ni referencia, rodeados por un misterioso mar y una frontera con la muerte. Creían descender de un ciclo anterior gobernado por hombres causantes de su propia destrucción. Los supervivientes de aquel remoto tiempo habían sido en su mayoría mujeres, y de estas descendían las Selenas, que organizadas en tribus tenían como principal ley, el impedir que jamás el hombre volviese a dictar sus leyes sobre la faz de la tierra. Estas dominaban a los Senkas, un grupo de pequeñas tribus de hombres de filosofía pacifica. Y se veían acosadas por los Tassalys, seres malvados que basaban la purificación de su raza en su unión con las Selenas, a las que también querían dominar". Pues bien, resulta que los malos de la película secuestran a un grupo de distraídas Selenas. Sus compañeras de tribu, cansadas del insistente acoso, deciden contratar a Tunka -un tipo oligofrénico y seguramente uno de los bárbaros más infantiloides que se han visto jamás-, con la misión de rescatar a las amazonas secuestradas. Todo esto con la peculiar ayuda de un enano y un niño que nadie sabe quién es, pero que simboliza la libertad y la esperanza (¿?). Tunka es el guerrero elegido por el Gran Sabio: valiente, el más forzudo, machaca a sus contrincantes sin piedad... Sin embargo, luego llegan dos mequetrefes y le dan de hostias hasta en el carnet de identidad.
Según comenta el propio Dan Barry, la escasez de medios, los numerosos problemas durante el rodaje y postproducción, además de la metedura de pata de un operador cegato que destrozó los mejores planos, dieron al traste con todo el invento. El resultado, un tebeo heroico-psicotrónico con un desarrollo argumental y técnico tan descuidado, torpe y chapucero, que hasta el mismísimo Robert E. Howard volvería a reventarse los sesos. Fue rodada en 1983 aunque estrenada en 1986 con muy poca vida comercial, lo que la convierte en una autentica rareza.
Guión: Joaquín Gómez Sáinz / 78 min, Color.
Compañía de Producción: Ados Films / Fotografía: Roberto Ochoa.
Reparto: Joaquín Gómez Sáinz, Remedios Hernandez, Tom Hernández, Mariano Vidal Molina, Bartabas, Charly Bravo.