American Trash
Cannibal Campout (1988)
Tom Fisher, Jon McBride, 1988, USA
Una más de la ingente oleada de películas que se perpetraron en la década de los 80 en formato vídeo, en su mayoría rodadas con cuatro duros por chiflados aficionados tarados mentales emperrados en martirizar al personal a toda costa. Pues eso, Cannibal Campout tiene toda la esencia de ese cine casero y mostrenco: videocámara en mano, filmación realizada en pocos meses durante los fines de semana, grupo de amigotes intercambiándose el trabajo delante y detrás de la cámara según convenga, cervezas, algunos porros y, sobre todo, mucha improvisación.
El argumento es original hasta la médula: tres hermanos anormales que viven en la montaña, deciden un buen día llevar a rajatabla la promesa de no volver a comer comida basura nunca más, y no tienen mejor idea que, sustituir sus antiguos hábitos alimentarios por la carne humana. A todo esto, un grupo de jovenzuelos excursionistas que pasan por allí, serán los candidatos a la carnicería y se verán atacados bestialmente por los tres energúmenos matarifes. Uno a uno serán perseguidos, torturados y mutilados, luego asados y devorados en la barbacoa en una comilona campestre de lo más surrealista -más que nada porque termina la película y no vemos ningún banquete-.
La peli es todo un despropósito. Mala, sucia y guarra como ella sola, la trama está fatalmente resuelta y los efectos especiales de lo más rudimentarios -aunque dan el pego-, las interpretaciones rozan lo vergonzoso y, además, está plagada de soporíferas e interminables escenas de los personajes paseando por el monte, vamos, el aburrimiento en estado puro. Eso sí, el carácter extravagante y delirante de los tres personajes caníbales anima un poco el entuerto: uno de ellos se pasa todo el rato sonriendo sin motivo aparente, el otro, un lisiado paticojo que no para de charlatanear y, por último, el más inútil de todos, un tipo majadero que viste un traje de aviador y tiene la mismísima cara deforme de El Vengador Tóxico (¿?).
Como no podía ser de otra forma en este tipo de infamias, tampoco faltan los inevitables momentos gore, y de los buenos: cabezas, pies y brazos amputados a machetazo limpio, chorreones de sangre a tutiplén, intentos de violación, degollaciones grotescas, hasta obligan a sus víctimas a comerse las tripas de sus propios compañeros descuartizados!!! Y la traca final, la ingestión de un feto humano.
Trash-gore yanqui ochentero para mentes infames...
El argumento es original hasta la médula: tres hermanos anormales que viven en la montaña, deciden un buen día llevar a rajatabla la promesa de no volver a comer comida basura nunca más, y no tienen mejor idea que, sustituir sus antiguos hábitos alimentarios por la carne humana. A todo esto, un grupo de jovenzuelos excursionistas que pasan por allí, serán los candidatos a la carnicería y se verán atacados bestialmente por los tres energúmenos matarifes. Uno a uno serán perseguidos, torturados y mutilados, luego asados y devorados en la barbacoa en una comilona campestre de lo más surrealista -más que nada porque termina la película y no vemos ningún banquete-.
La peli es todo un despropósito. Mala, sucia y guarra como ella sola, la trama está fatalmente resuelta y los efectos especiales de lo más rudimentarios -aunque dan el pego-, las interpretaciones rozan lo vergonzoso y, además, está plagada de soporíferas e interminables escenas de los personajes paseando por el monte, vamos, el aburrimiento en estado puro. Eso sí, el carácter extravagante y delirante de los tres personajes caníbales anima un poco el entuerto: uno de ellos se pasa todo el rato sonriendo sin motivo aparente, el otro, un lisiado paticojo que no para de charlatanear y, por último, el más inútil de todos, un tipo majadero que viste un traje de aviador y tiene la mismísima cara deforme de El Vengador Tóxico (¿?).
Como no podía ser de otra forma en este tipo de infamias, tampoco faltan los inevitables momentos gore, y de los buenos: cabezas, pies y brazos amputados a machetazo limpio, chorreones de sangre a tutiplén, intentos de violación, degollaciones grotescas, hasta obligan a sus víctimas a comerse las tripas de sus propios compañeros descuartizados!!! Y la traca final, la ingestión de un feto humano.
Trash-gore yanqui ochentero para mentes infames...
Guión: Jon McBride / 87 min, Color.
Compañía de Producción: McBride Productions / Música: Christopher A. Granger / Fotografía: Tom Fisher.
Reparto: Jon McBride, Amy Chludzinski, Christopher A. Granger, Gene Robbins, Carrie Lindell, Joseph Salheb, Nancy Sciarra.
Compañía de Producción: McBride Productions / Música: Christopher A. Granger / Fotografía: Tom Fisher.
Reparto: Jon McBride, Amy Chludzinski, Christopher A. Granger, Gene Robbins, Carrie Lindell, Joseph Salheb, Nancy Sciarra.