[Hermetiko]

Años 80

Ogroff The Mad Mutilator (1983)

9/24/2022 Zinemiasma 0 Comments

Norbert Moutier, 1983, Francia. Da igual que seas niño, bombero, abuelita de la caridad o el cerdito Babe, Ogroff te pegará un hachazo y luego te convertirá en un amasijo de carne troceada, vísceras y huesos astillados
Ogroff The Mad Mutilator
Norbert Moutier, 1983, Francia
Ogroff, Le Monstre à la Hache Sanglante
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Quien le iba a decir a Norbert Moutier que su ópera prima, "Ogroff", también conocida como "Mad Mutilator", largometraje filmado en Super 8 casero, con los amigotes y con el presupuesto de un mocoso de doce años, se iba a convertir después de tanto tiempo en una joya imperdible del cine raro, bizarro y zetoso a más no poder. Gran parte de culpa la tiene su pasión y entusiasmo por el cine descerebrado y su insaciable apetencia por revistas, videos y todo lo relacionado con la serie B más truculenta. Moutier aún regenta su videoclub de toda la vida, así como el fanzine "Monsters Bis", que continúa editando a día de hoy mientras colabora en otras publicaciones. En Francia es todo un personaje que cuenta con el apoyo incondicional de muchos peces gordos vinculados al trash gabacho (en "Ogroff", parte del elenco está formado por directores, actores, especialistas, técnicos de efectos especiales, redactores y editores de fanzines, gente como Jean Pierre Putters, editor de la revista "Mad Movies", e incluso aparece Howard Vernon, hasta las cejas de marihuana, haciendo de vampiro avinagrado). Otras gamberradas de Moutier son, Trepanator (1992), Alien Platoon (1992), Dinosaur from the Deep (1993), todas ellas realizadas con la misma calderilla de costumbre, e igual de zetosas.
La historia gira en torno a las correrías de Ogroff (interpretado por el propio Norbert Moutier, el cerebro de todo el cotarro), un leñador jodidamente loco que vive aislado en las montañas de Francia, y que tiene como afición hacer picadillo a todo incauto despistado que pasa por allí, porque le da la gana. Ogroff va armado con un afilado y peligroso hacha, especialmente indicado para descuartizar a la gente sin razón, da igual que seas niño, bombero, abuelita de la caridad o el cerdito Babe, Ogroff te pegará un hachazo y luego te convertirá en un amasijo de carne troceada, vísceras y huesos astillados, pero no vaya usted a creer que utiliza el hacha únicamente para desmembrar a sus víctimas, también lo usa, como buen ermitaño perturbado, para masturbarse delante del póster de una mujer en pelotas que le recuerda a una antigua novia (¿?). Precisamente, un día hace aparición una moza que es clavadita a su amor platónico, y claro, Ogroff decide pegar un polvo en vez de matarla, de modo que la muchacha se convierte en su nueva chorba oficial. Sin embargo, el romance dura poco, justo el tiempo que la chica tarda en liberar una horda de zombis que Ogroff tenía escondidos en el sótano de la casa, y que están dispuestos a liarla bien parda.
Atención a lo que se nos viene encima: cámara en mano, sonido directo no siempre audible, cinco líneas de diálogo, fotografía y montaje esquizofrénico, desencuadres tercermundistas, desenfoques cegatos… y, cómo no: cabezas volando, canibalismo, tripas, mutilaciones, tortura, decapitaciones, sacrificios majaretas, miembros cortados y reventados, gore megacutre y cientos de excentricidades más... Brutal.
Guión: Norbert Moutier / 90 min, Color.
Compañía de Producción: Bis Productions / Música: Jean Richard / Fotografía: Marc Georges.
Reparto: Norbert Moutier, Howard Vernon, Francis Lemaire, Robert Alaux, Françoise Deniel, Pierre Pattin, Alain Petit, Jean-Pierre Putters.