American Trash
Things (1989)
Andrew Jordan, 1989, Canadá
Me veo completamente incapaz de comentar semejante furúnculo de puro celuloide anormal, olvÃdense de la más infame Serie Z, la aberración que tenemos entre manos surge desde lo más profundo de las cloacas sépticas del inframundo en forma de abominable y chirriante Ultra-Mega-Serie Z (y me quedo corto). Esta protuberancia purulenta que, presume de ser la primera pelÃcula canadiense filmada en Super 8 y lanzada directamente en formato video, narra las vicisitudes de tres garrulos cerveceros encerrados en una cabaña aislada en el bosque, en cuyo interior son atacados por un puñado de monstruosos piojos dentudos engendrados por la esposa de uno de ellos (¿?).
Pero, es que lo que sale en pantalla es un bochorno, no es ni normal: los cuatro botarates protagonistas no hacen otra cosa que improvisar y partirse de la risa todo el rato sin saber que hacer delante de la cámara, aparecen y desaparecen cuando les da la gana sin motivo aparente, no saben ni por dónde andan, beben cerveza mezclada con agua y comen sándwiches condimentados con insectos (¿?), los bichejos son inertes muñecos decorativos de goma, las escenas cambian erróneamente de iluminación y ubicación después de cada toma, el montaje alterna secuencias filmadas tanto en Super 8 mm como en 16 mm. En definitiva, aquà nada tiene sentido, todo es caótico, sombrÃo, desaliñado y claustrofóbico. Además, para continuar con el desbarajuste, la cinta cuenta con la especial colaboración de la estrella porno Amber Lynn que, sin venir a cuento, aparece ocasionalmente durante el metraje interpretando a una reportera de noticias de televisión que nada tiene que ver con lo que estamos viendo (¿?). Por cierto, ¿Por qué demonios los personajes guardan la ropa, los libros y los aparatos eléctricos en el frigorÃfico? Hediondo...
Pero, es que lo que sale en pantalla es un bochorno, no es ni normal: los cuatro botarates protagonistas no hacen otra cosa que improvisar y partirse de la risa todo el rato sin saber que hacer delante de la cámara, aparecen y desaparecen cuando les da la gana sin motivo aparente, no saben ni por dónde andan, beben cerveza mezclada con agua y comen sándwiches condimentados con insectos (¿?), los bichejos son inertes muñecos decorativos de goma, las escenas cambian erróneamente de iluminación y ubicación después de cada toma, el montaje alterna secuencias filmadas tanto en Super 8 mm como en 16 mm. En definitiva, aquà nada tiene sentido, todo es caótico, sombrÃo, desaliñado y claustrofóbico. Además, para continuar con el desbarajuste, la cinta cuenta con la especial colaboración de la estrella porno Amber Lynn que, sin venir a cuento, aparece ocasionalmente durante el metraje interpretando a una reportera de noticias de televisión que nada tiene que ver con lo que estamos viendo (¿?). Por cierto, ¿Por qué demonios los personajes guardan la ropa, los libros y los aparatos eléctricos en el frigorÃfico? Hediondo...
Guión: Barry J. Gillis, Andrew Jordan / 83 min, Color.
CompañÃa de Producción: Left Field Productions / Música: Jack Procher / FotografÃa: Dan Riggs.
Reparto: Barry J. Gillis, Amber Lynn, Bruce Roach, Doug Bunston, Jan W. Pachul, Patricia Sadler, Gordon Lucas, Bruce Hamilton.
CompañÃa de Producción: Left Field Productions / Música: Jack Procher / FotografÃa: Dan Riggs.
Reparto: Barry J. Gillis, Amber Lynn, Bruce Roach, Doug Bunston, Jan W. Pachul, Patricia Sadler, Gordon Lucas, Bruce Hamilton.